Cuando era niña, y las relaciones entre los vecinos de esa época eras distinta dado que las ciudades eran más pequeñas, la manera habitual de tener un gato era conectarse con la dueña de una gata que había tenido cría. Porque como son prolíficas, casi nadie quería quedarse con todos los gatitos. Otra forma, era que la dueña de la gata empezaba la tarea de regalar las crías entre sus conocidos y entre los conocidos de sus conocidos. Sólo las personas adineradas tenían mascotas de raza.

Pero los tiempos han cambiado y los lugares donde uno puede encontrar un animal de compañía son varios.

2.Visita un albergue generalmente locales, en todas Las Ciudades hay Lugares Donde alojan una Gatos Que han recogido de la calle, ya sea porque estaban hambrientos ò lastimados. Las Personas de los albergues son los que los  han ciudado y alimentado, y estas mascotas están listas para ser adoptadas. Podemos Tener informaciòn muy certera de como son sus  gustos y Cuales son sus maneras de comportarse.

Es conveniente realizar varias visitas antes de decidirse y en distintos horarios así podemos tener una visión más plena de cómo han sido tratados esos animales y que nos espera si los llevamos a nuestro hogar.

3. Vé a una tienda de mascotas: Los animales que se encuentran pueden ser de dos orígenes: ser de algún criador ó de alguna                        sociedad protectora, que quiere que los animales que tienen sean adoptados. Si puedes, busca recoger información de cómo son           los animales. Recuerda que el que te dará más especificaciones es el criador, ya que ama a los animales. En la tienda de mascotas           la información te la dará el empleado y muchas veces, no siente amor por ellas.

4. Adopta un gato callejero. Si bien es un gran acto de amor, no hay que olvidar que estos no suelen ser tan demostrativos, ya que su          vida ha sido dura y han aprendido a estar solos mucho tiempo. Pero, como siempre decimos, cada gato es un ser único y no se                puede generalizar sobre la conducta que desarrollarán.

Siempre comento, que en mi casa cuando era niña siempre había gatos. Y se agregó una callejera, que andaba por el patio de mi             casa, ya que en el barrio siempre hubo gatos. Mi mamá no quería que nos acercáramos, porque según ella estaba sarnosa. Y cum-         plimos su orden….Pero, mi mamá buscó latitas para darle un poco de leche y carne. Al poco tiempo de empezar a comer, la costra         que tenía se la limpió y también se tomó todas las atribuciones, ya que la encontramos durmiendo en un sofá, en la pieza de mi             mamá, cuya ventana daba al patio. Desde ya que no se fué hasta que cumplió su ciclo de vida y cuando quedó embarazada, tuvo             sus crías, con nosotros a su alrededor.

5. Otra forma, es buscando información en línea, para poder tener toda la información que necesitas sobre nuestros pequeños                    acompañantes. Puedes ver las características de cada raza, pero no puedes tener todo el contacto necesario para decidir a ciencia          cierta. También puede suceder que la raza que decidas tener no exista en tu ciudad, y ello puede llevarte a tener una frustración ó          tener que realizar acciones adicionales para tenerlo.

Como verás, hay varias maneras para tener un gato, sólo tienes que elegir la más adecuada a tí.

 

 

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