Cuando un gato se relaciona con otros gatos, resulta muy beneficioso, ya que va a disfrutar de un mayor compañía y evitará el aburrimiento. Además, cuando los gatos que se relacionan juegan, dan salida a su instinto depredador, algo que obviamente también es saludable.

No obstante, no odemos esperar una buena respuesta de todos los gatos. En ocasiones, algunos felinos permanecen muy reacios a entablar contacto con otro animal de su misma especie. Y si esta situación es la que te toca vivir, seguramente querrás respuestas.

Aquí te ofrecemos algunos tópicos para entender la situación:

El entorno del gato

Si bien las salidas al exterior en libertad son fundamentales para el gato, en ocasiones, el hogar de la mascota no permite disfrutar de este espacio. En cambio, en otras ocasiones aunque se disponga de espacio al aire libre, no se deja salir al gato por los peligros que esto pueda entrañar.

Si bien el exterior puede ser peligroso, dentro de nuestro hogar también existen peligros que pueden ocasionar la muerte de nuestro gato. Aunque los gatos que se mantienen en el entorno doméstico estadísticamente viven más que aquellos que salen al exterior sin control alguno.

Si tu gato solo vive dentro del hogar y no tiene posibilidades de explorar su entorno, también va a ser más normal que no quiera relacionarse con otros gatos y esto, muchas veces puede venir motivado por una situación de estrés.

¿ En este caso, cuál es la solución? Lo cierto que antes de tener dos gatos en casa, hay que estudiar bien esta situación. Pero, existe otra opción, que podría ser , enseñar a tu gato a pasear con correa.

Esto permitirá que salga al exterior bajo tu control, que tenga más probabilidad de relacionarse con otros gatos y que además disminuya su estrés.

Socialización  del gato

Durante las primeras semanas de vida, el gato observará información de su entorno y esto marcará en gran parte su conducta y también determinará el riesgo de que en una etapa adulta muestre un comportamiento agresivo.

Si bien es cierto que el comportamiento agresivo tiene un componente genético, el resto de los factores influyentes son ambientales y lo más recomendable para moldearlos a nuestro favor, es que permanezcan aproximadamente hasta las 8 semanas con su madre, ya que será de la gata de quien reciba la primera socialización.

Después nos queda a nosotros, un largo camino por delante en donde debemos exponer al gato de la forma adecuada a los estímulos que lo van a rodear a lo largo de su vida, y donde también debemos exponerlo a la compañía de otros animales.

El gato enfermo y anciano.

Si nuestro gato se encuentra ya en la etapa más longeba de su vida, es normal que no esté dispuesto a relacionarse de forma frecuente ni activa con otros gatos y aunque esto no implica que no deba ser estimulado, lo cierto es que el comportamiento natural del gato anciano es buscar más que nunca el descanso y la tranquilidad.

En cambio, un gato joven que no se relacione con otros gatos, más aún cuando sí lo hacía, puede ser un indicador de un gato enfermo. Observa el comportamiento de tu mascota para saber si tiene alguna enfermedad y acude al veterinario.

Si no puedes localizar la causa de la falta de relaci´n de tu gato con otros congéneres y no puedes solucionarlo, es recomendable que acudas a un etólogo, profesional experto en comportamiento felino.

Fuente: expertoanimal.com

 

 

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