Este regordete gato gruñòn claramente no tenìa intenciòn de levantar el espìritu de nadie cuando se instalò en un pesebre en New York, para ver pasar a la gente mirando malhumorado.
El domingo, en la ciudad de New York, la fotògrafa Brooke Goldman no estaba donde no querìa estar, acababa de arrastrarse fuera de la cama para acompañar a la estaciòn de tren a su novio que se iba de viaje. Brooke se ofreciò caminar con èl para tomar su tren, aunque en realidad, ella querìa estar en la cama. Pero aùn asì, lo acompañò.
La fotografìa estaba medio dormida cuando vio una de las escenas màs divertidas de su vida.
Brooke afirmò ” Estaba bastante fuera de lugar. Sòlo querìa llegar a caa lo màs ràpido posible para volver a dormir. No estaba lista para el dìa en absoluto.
Cuando pasò al lado de un edificio, se diò cuenta de que habìa algo raro en el pequeño pesebre montado enfrente. El ocupante del pesebre, habìa sido reemplazado. En su lugar, sentado en una cesta, habìa un gato gordo y gruñòn.
” Me partì de risa”, afirmaba
La expresiòn del felino, es màs bien de “Grinch” y aunque nol o quisiera, sin duda inspirò alegrìa navideña.
“Definitvamente, me alegrò el ànio a casa. Me levantò el ànimo sin duda alguna.
Afrotunadamente, Brooke, tuvo la amabilidad de difundir esa alegrìa navideña al tomar la foto del gato gruñòn y compartirla con todo el mundo.
Fuente: www. notasdemascotas.com